jueves, 23 de abril de 2009

Burrocracia (3ª parte)

Lejos de desanimarme en mi particular lucha contra las complejidades de la burocracia, cada nuevo inconveniente me estimulaba a seguir luchando... Bueno, vale, estoy hasta las narices, pero ya que hemos llegado hasta aquí, no es cuestión de rajarse ahora.

Así que el otro día llamo a la propietaria de mi piso, la señora Fulanita de Tal y Tal, una señora muy amable con la cual me llevo estupendamente bien. "Señora Fulanita, pues verá, es que tengo un pequeño problema...". Y le explico (por enenenésima vez) mi aventura, pidiéndole si por favor puede contactar con su entidad bancaria para que, al cobrar en alquiler, apunten toda la dirección completa en el concepto de la transacción. Me aseguro de repetirle que por favor envien la dirección completa, código postal incluído, porque a estas alturas ya empiezo a conocer un poco el percal, y no tengo ganas de más problemas.

La Señora Fulanita accede amablemente a hacer lo que le pido, pero el lunes porque hoy su marido tiene que ir al médico. Yo le digo que no se preocupe, que a estas alturas no hay urgencia.

El lunes siguiente recibo una llamada de la Señora Fulanita, sobre el tema en cuestión. "Pues es que resulta que en mi banco me han dicho que ellos envían la dirección completa, así que si no sale en el recibo, debe ser problema de tu banco. Tendrías que llamar a tu banco, tal y cual...". Total, que me planteo llamar a mi banco, pero en ese momento se activa automáticamente mi "deformación profesional", experimentada en el campo de la creación de aplicaciones informáticas y el trato con usuarios. Me viene una imagen a la cabeza, en la que yo mismo estoy intentando convencer a la señorita operadora de mi entidad bancaria de que, en un campo de un recibo que solo el dios de la informática sabe qué información está mostrando, se tiene que mostrar en vez de eso... y me siento cansado, muy cansado. Me siento en la cama deshecha, con la cabeza enterrada entre las manos. El mundo no puede ser tan complicado. Acaso la era de la informática nos está complicando y dificultando mucho más la vida, en lugar de facilitárnosla? No puede ser todo tan complicado...

Cuando termino de llorar a voz en grito, decido reponerme y buscar una vía de ataque alternativa. Así que decido que necesito otro plan: la factura de la luz. Llamo a la compañía de la luz y le explico a la señorita que en la factura mensual aparece como titular otra persona que no soy yo (una tal Nuria Vives, que yo desconozco completamente), pero que yo estoy pagando la factura. Así que necesito aparecer yo como titular por un tema administrativo, y pregunto que como tengo que gestionar eso, esperando que me redireccione a cualquier otro departamento y así empezar una nueva transacción también interminable. Pero... oh, sorpresa... "No hay problema, señor". Me pide mis datos, y en un plis plas el cambio de nombre está hecho por teléfono, y la señorita me asegura que en la próxima factura, yo apareceré como titular.

Me sorprende la facilidad de la transacción. Será porque, en esta ocasión, hay pasta de por medio? No hombre no, que desconfiado eres. Es que cambiar una dirección en el padrón municipal, como todo el mundo sabe, es una gestión mucho más complicada y peligrosa, y que requiere de una serie de medidas de seguridad adicionales para evitar que los espías del KGB se metan en los archivos del CESID, que Ossama Bin Laden pueda cometer otro atentado parecido al de las Torres Gemelas, y que los polos se derritan causando así el final de la vida en la tierra.

Total, que esta es la situación actual. Ahora el siguiente paso es esperar que llegue la próxima factura de la luz, donde teóricamente apareceré yo (y nadie más que yo) como titular, y así podré ir a cambiar mi dirección en el padrón municipal sin problema ninguno y en menos que canta un gallo. Y después podré ir a la Seguridad Social, con el papelito que me den en el padrón, e inscribirme en el CAP de mi barrio, y podré votar, y quizás (imagino en un momento de ensoñación) incluso pueda, algún día no tan lejano, aparcar en la zona verde sin tener que pagar una pasta, y todas esas cosas que hace la gente normal. Los ojos se me llenan de lágrimas, así que me veo obligado a ir terminando este capítulo.

Estoy seguro de que esta vez funcionará, ahora sí que mis esperanzas se ven renovadas. Aún así, estoy pensando que tengo un primo karateka (el que sale en la foto) y que me lo voy a llevar la próxima vez que vuelva por el Ayuntamiento... por si las moscas.

Continuará...

3 comentarios:

Porverita dijo...

¡Qué raro eres!
Todos tenemos un primo de Zumosol, y tú lo tienes karateka.

¿Vas a esperar dos meses para llegue el recibo de la luz a tu nombre? ¿No tienes ganas de dar guerra en la oficina del padrón? Te creía más baturro...

Sobrina Mayor dijo...

Recibir una factura puede ser una alegría!!! Kafkiano!!! Que cosas tiene la vida...

Anónimo dijo...

Estimado Jorge,
Es de admirar tu tesón, pero ¡ya lo decía Larra!
¡Vuelva usted mañana!

http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/67035062069158886480046/p0000001.htm

;P