viernes, 15 de mayo de 2009

Burrocracia (4ª parte... y última?!)

Anteriormente, en "Burrocracia":

El otro día llego a casa de trabajar, a las tantas como es habitual. Entro en el portal, abro el buzón para comprobar el correo... y hay algo... algo que parece... espera... no puede ser... sí... no... dios que nervios... LO ES! Una factura de la luz!! Y debe estar... (la abro apresuradamente, la emoción me embarga).. Sí! Está a mi nombre!

Subo las escaleras corriendo, no puedo esperar a explicarle a todo el mundo la buena noticia... luego recuerdo que vivo solo... vaya, no puedo explicárselo a nadie. Es igual, lo que cuenta es que, teóricamente, ahora ya dispongo de un documento en regla para poder empadronarme en mi barrio, Hostafrancs, Barcelona. Pronto la lucha habrá llegado a su fin, se me hace un nudo en la garganta... pero me contengo. No debo cantar victoria antes de tiempo, debo mantener la mente fría, el enemigo seguramente tiene muchas tretas escondidas, y no debo confiar en que ésta batalla sea fácil.

Al día siguiente me levanto temprano, con toda la ilusión de que soy capaz a esas horas. Yo y mi primo el karateka nos vamos al Ayuntamiento una vez más. Hago la cola para coger número, por suerte no hay mucha gente esta vez. Me atiende una señorita, le expongo por enenenenésima vez en esta vida a qué voy, le enseño el documento que traigo en esta ocasión, para que me confirme su validez. "Sí, esto sí que le sirve". No me lo puedo creer, es posible? Quizás después de todo mi esfuerzo no ha sido en vano?

Entro al interior de la oficina, me siento pero al poco rato mi número aparece en la pantallita. Me dirijo al mostrador número 7, tal como indica la misma pantallita. El corazón resuena en mi pecho como un bombo de procesión de Semana Santa. "Pues verá, que quería cambiar mi dirección en el padrón, le traigo esta factura. Como puede ver, está a mi nombre...". Cruzo los dedos. El hombre examina el documento y empieza a teclear en el ordenador. Toda mi vida pasa por delante de mi en unos segundos, los buenos momentos, los momentos de angustia, de dolor... Es difícil aceptar que, después de todo, quizás nada haya valido la pena...

"Aquí tiene, su certificado de empadronamiento".

Las palabras del funcionario me sacan de mi ensoñación. Aún resuenan en mi mente cuando veo delante de mi un papel, un documento dónde... sí, efectivamente, se certifica que yo resido en el barrio de Hostafrancs, calle Tal y Tal, 08014, Barcelona. Lágrimas de emoción empiezan a resbalar por mis mejillas. Le doy efusivamente las gracias al funcionario y salgo a la calle desbordante de alegría.

Corro por la calle, felicitando la Navidad a todo el vecindario a grito pelado, con un pavo debajo del brazo. Todo está cubierto de blanco, los niños han construído un muñeco de nieve en mitad de la calle. Me paro un momento a participar en su guerra de bolas de nieve, me rio con ellos. Luego sigo mi camino, y desaparezco entre el gentío, tarareando una alegre tonada...



Epílogo

El optimismo que mi ansiada y esperada victoria me ha producido me ha dado la valentía suficiente como para enfrentarme dos veces en una misma mañana al despiadado monstruo de la burocracia. Así que me acerco al CAP de mi barrio con la intención de inscribirme allí, ahora que por fin tengo en mi poder el certificado de empadronamiento.

Un mostrador más, una funcionaria más, esta vez con bata. "Que quería inscribirme en este CAP", y con voz triunfal anuncio: "aquí traigo el certificado de empadronamiento". Ella lo coge, trastea durante unos momentos en el ordenador, imprime otro documento y me lo entrega. "Aquí tiene, le devuelvo también el papel del padrón, parece ser que no me lo ha pedido".

Se me pone cara de tonto. "No me lo ha pedido?" Qué quiere decir "no me lo ha pedido?" No entiendo nada. Es que el sistema tiene unos requerimientos diferentes, según el día que vas y el tiempo que hace? Porque la última vez me dijeron que hacía falta el PUÑETERO DOCUMENTO (con perdón)!!!!! Casi me pego con tropecientos funcionarios, y ahora resulta que "no me lo ha pedido"?!?!

En fin, que después de tanto ajetreo y tanta batallita, la única conclusión es que cada día entiendo menos sobre la PUÑETERA BURROCRACIA de este país. Lo único que uno puede hacer cuando requiere un documento oficial es armarse de valor, llamar al primo karateka y estar dispuesto a perder el tiempo que haga falta y a pegarse con quien sea menester. La verdad, debería haber una forma más fácil de hacerlo todo, la vida no puede, no debería ser tan complicada. Recemos a San Bill Gates para que un día se le ocurra hacer algo realmente útil para la humanidad, algo así como un supersistema informático que unifique todos los datos y los procedimientos burocráticos del mundo y que jubile (o fulmine) de una vez y para siempre a tanto burócrata y tanto funcionario inútil.

Pero bueno, hasta entonces, seguiremos soñando. Y explicando batallitas.

Buenas noches y buena suerte.

3 comentarios:

Porverita dijo...

¡Pues vaya...! Ya se ha terminado el culebrón. ¡Qué poco ha durado!

Yo quiero más guerraaaaa.

Shadowman dijo...

No te preocupes, quiero pedir el distintivo para la zona verde también, y para ello tengo que cambiar primero la dirección del permiso de circulación. Tantos trámites en cadena me temo que daran cosas que contar.

eapgv dijo...

pero.... si para inscribirte en un CAP no hace falta que estés empadronado!!!!! Existe lo que se llama CAP de libre elección, vas al CAP que quieras y les dices que quieres utilizar el procedimiento de CAP de libre elección, rellenas un papelito con tus datos y ya está.

Salut