Una noche a Shadowman se le apareció una figura extraña. Era un hombre negro, llevaba una vieja guitarra acústica y un cigarro apagado colgaba de la comisura de su boca.
- ¿Tienes fuego chaval? - preguntó la aparición.
Shadowman rebuscó en sus bolsillos y le alcanzó su mechero, absorto por tan inesperada compañía. El hombre negro encendió su cigarro pausadamente y luego empezó a cantar un viejo blues.
"Some people tell me that the worried blues ain't bad. Worst old feeling I ever had".
El hombre dejó de tocar y se quedó pensativo, casi con una sonrisa cínica en el rostro.
- Tú sabes de lo que hablo, ¿no? - y se quedó callado, como esperando respuesta, pero Shadowman no podía decir ni palabra. - Sí, lo sabes. Pues no seas gilipollas y no hagas ni puto caso a nadie. No tienen ni idea. Haz lo que tengas que hacer. Lo que quieras hacer. Y ahora coge la puta guitarra y toca conmigo.
Así que Shadowman se levantó, sacó su oxidada National de la funda y empezó a deslizar el bottleneck por las cuerdas, intentando seguir los furiosos acordes del aparecido guitarrista.
Luego Shadowman despertó y se dijo a si mismo que tenía que dejar de beber. No le iba a conducir a nada bueno. A continuación sacó otra cerveza de la nevera, cogió la guitarra y empezó a cantar.
miércoles, 6 de enero de 2010
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1 comentario:
Hola Little George.
No está nada mal ese temilla con el dobro.
A ver si no bebemos tanto, que se te va a poner la cara... negra.
Besos.
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